martes, 21 de junio de 2016
Bach: cantata BWV 131 "Aus der Tiefe rufe ich,Herr, zu dir ["Desde lo profundo clamo a ti, Señor"]".
Esta cantata, compuesta en 1707 y, por tanto, una de las primeras de su autor, conserva el sabor de los motetes y piezas sacras de sus predecesores.
Antes de analizarla pasemos a escuchar la magnífica versión del coro de Tölz, que llega a conmoverme hasta casi el... No, mejor otro símil: hasta casi... ¡La unión mística con Bach! ¡Ahí está, ya pasa la censura! El otro día junté las manos y elevé mi mirada hacia arriba, sin creer en absoluto que el espíritu del genio de Eisenach me observaría y ampararía, pero: ¿qué importa? Él está donde se halle su maravilloso arte interpretado de tan magnífica forma.
No sólo invoqué al gran maestro, sino que lloré, reí, ensanché el corazón, me sentí al mismo tiempo grande y pequeña: grande por gozar del privilegio de aquella audición efectuada más de tres siglos después de su estreno. Pequeña al sentir que no soy yo sola, sino una colectividad; minoritaria pero amplia en cualquier caso si no olvidamos que se extiende en un tiempo lineal de 309 años. ¿Cuántos habrán llorado conmigo en comunión bachiana? ¿Cuántos habrán gozado de ese abrazo?
Os pido, por favor, casi os suplico de rodillas que dejéis de leer esto, busquéis un lugar sin ruido y sin interferencias telefónicas y os sumerjáis en la audición de esta pieza, sin distraer la atención en ninguna otra cosa. Una, dos, tres: ¡ya!
¿Me habéis hecho caso? ¡Mirad que luego investigo! ¡Cuánto habéis tardado, queridísimos míos? Venga, exclamad conmigo ahora: "EL TIEMPO ES RELATIVO! ¿Por qué? Porque en este caso depende de la versión.
Pasemos al análisis; pero, por favor, músicos: explicad! Yo he llegado solita a mis propias conclusiones e ignoro si serán ciertas. ¡Quiero el libro de Daniel Vega! ¡Lo ansío, lo anhelo, lo... Lolo!
1. Chorus: AUS DER TIEFE RUFE ICH, HERR, ZU DIR.
Las almas llaman al Señor desde lo profundo. En esta cantata, los motivos suelen ser expuestos alternativamente por las voces de cada cuerda en solitario. Aquí ocurre de ese modo y a mí me encanta porque puede apreciarse mejor a mis niños de Tölz. ¿Lo que se oye en el continuo y durante toda la obra son los pasos del alma que va hacia Dios, o los de Dios que va hacia el alma, o los del alma y Dios que colisionan y se anulan? Please explain!
Tras la apelación, tempo rápido: "Señor, oye mi voz". Siguen la alternancia y los pasos.
2. Está unido al 1 y en algunas grabaciones mal hechas -piratas, por ejemplo- se mete la tijera, asesinando así al TOTUM MAGNIFICUM. El coral lo lleva el soprano, en este caso mi adorado Alan Bergius: ¡la voz! No paséis por alto el hermoso diálogo entre el bajo y el oboe.
3. Chorus: ICH HARRE DES HERRN. De nuevo las almas, que esperan al Señor. La aclamación es lenta y alternante. Lo siguiente, "meine Seele wartet und ich hoffe", es muy similar al movimiento 1, circunstancia que afianza aún más la unidad de esta pieza. Se reflejan aquí la paciencia sin pizca de prisa, la esperanza y, escuchando esto, Bach consigue transmitir una paz nunca antes experimentada; es como si te estuviera acunando en el columpio de la esperanza. Te entran ganas de abrazar a... ¿quién? Bueno: si no hay nadie al alcance, a ti mismo, aunque suene algo narcisista, mas no es así porque se trata de un abrazo figurado a tan excelso genio, que nos habla desde los siglos y nos hace sentir lo mismo que él aunque no conociéramos el texto.
4. ¿Por qué el tempo ternario, simboliza la perfección? ¿El triángulo, la Trinidad? El texto es el mismo, de modo que el alma sigue esperando. Aquí el tenor es mi amadísimo Kurt Equilutz, que intervino en todo el ciclo. Si oímos la primera que grabara y la última, apreciamos el extraordinario cambio de su voz. El coral lo lleva Paul Eswood, para mi gusto la oveja negra del ciclo de Teldec. Podía haber sido reemplazado por niños contralto, como en algunas con Panito, Immler o Rampf, que ganan muchísimo. Habréis observado ya que dicho coral es siempre el mismo.
5. Llamada: "Israel, hoffe auf den Herrn", otro grito el "Israel". Nueva alternancia de voces. Tempo rápido. Vuelta al lento, hermoso oboe. Concluye con rápido, en un bello fugado: "Er wird Israel erlösen". Sí, yo me siento también libeada de toda carga; libre y feliz cual pájaro que volase hacia regiones ignotas y sorprendentemente fascinantes del cosmos.
Como anunciando el final, la cantata termina (¡gracias, Les Luthiers!) en un acorde de quinta: ¿es de quinta? ¡Ayúdame, insigne Luis Ángel de Benito! ¿Y por qué de quinta? Claro, mayor, cadencia de Picardía. ¿Todos los menores terminaban mayores? Hilfeeeeeeee!!!
¡Feliz 21 de junio, día europeo de la Música! SINE MUSICA NULLA VITA. BACH VOBISCUM!
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Gracias, Rocío y feliz día de la música para ti también. Gracias pur tus vivencias musicales. Parecería que los estamos vivendo todos. Gracias. CARLOS MARÍA
ResponderEliminar¡De nada, de nada, de nada! ¡A ti, a ti, a ti! ¡A vosotros, a vosotros, a vosotros! Sois tan pacientes...
ResponderEliminarRocío Sánchez.
P.S.: Bach me ha prohibido viajar al pasado hasta Adviento: ¡no sé si podré soportarlo!