Los tres coros en la Marktstraße de Bad Tölz. |
Bad Tölz, la ciudad que vio nacer, crecer y desarrollarse a uno de los mejores coros de niños del mundo, ha sido nuevamente escenario de un festival con frescas y dinámicas voces infantiles. Es reconfortante asistir a estos eventos, máxime hoy día, cuando la frivolidad lo invade todo y los jóvenes se educan pegados a una pantallita; sin apenas leer, absorbiendo contenidos insulsos... Pero quedan oasis, como ha podido verse estos días en la ciudad del Isar.
La escolanía de Montserrat se ha estrenado en este festival. Schmidt-Gaden e Ireneo Segarra tuvieron una relación en los años 70 que culminó con dos discos para Harmonia Mundi: la Missa Romana de Pergolesi y la Missa Salisburgensis... ¿De quién? Benevoli se decía entonces; Biber, afirman en la actualidad. Me encanta que nuestro mejor coro de niños, y uno de los más antiguos del mundo, haya participado en este evento tan bonito. El otro, además del anfitrión, claro, iba a ser el de Limburg, pero hubo disputas internas algunos meses antes de la celebración del festival y fue sustituido por los Wiltener Sängerknaben, de Innsbruck, y el Knabenchor Capella Vocalis, de Reutlingen.
El viernes 31 por la tarde empezaron los tiroleses con un programa dedicado en su totalidad a Schütz. Hubo piezas de los Kleine Geistliche Konzerte, de la Geistliche Chormusik y de alguna otra colección. Lamento que se dé tan poca cabida a estos autores; al menos aquí en España, supongo que en Alemania será otra cosa. Lo hicieron muy bien, y hubo buenos solistas.
Escolanía de Montserrat. Maria Himmelfahrt. Bad Tölz. |
Los de Tölz intervinieron con Mendelssohn y con el motete Fürchte Dich Nicht, de Bach. Confieso haber oído en la historia de esta agrupación versiones mucho mejores; se apreciaba inseguridad en los solistas y en algunos coristas. También puede que influya que cuatro cantores no asistieron al festival por estar ocupados interpretando La Flauta Mágica y el papel de Yniold en Debussy.
Los de Montserrat fueron quienes nos ofrecieron obras más antiguas (del Llibre Vermell) y más modernas (de Vivancos, por ejemplo, director del coro hasta hace poco). Me gustaron mucho el Salve Regina con eco de Joan Cererols y el Magnificat del padre Viola con sus dos solistas, uno de los cuales fue bastante bueno. También me hizo ilusión que cantaran Imperatrix de la cibdad joiosa, pieza que he tocado varias veces con la flauta.
El programa del sábado fue, en general, bastante moderno para mi gusto. Brillante la misa para voces blancas de Britten a cargo de los Tölzer; y demasiado complejas sonaban las armonías de Vivancos en mis pobres oídos tradicionales. No sé cómo esos clusters no desconcertaban a los escolanos, que seguían en el tono correcto a pesar de los muchos compases a capella. El órgano resulta de poca ayuda con tales disonancias. Los Wiltener hicieron un hermosísimo Christ With Me (The Deer's Cry de Arvo Pärt), con bellos staccati y dinámica muy cuidada. Como colofón, las tres agrupaciones nos ofrecieron el canon de Mozart V'amo di core, compuesto precisamente para tres coros.
Knabenchor Capella Vocalis. Maria Himmelfahrt. Bad Tölz. |
Por la tarde los de Innsbruck fueron reemplazados por el Knabenchor Capella Vocalis, un coro bastante reciente y que ofreció canciones folklóricas o pseudofolklóricas, como "Da unten im Tale" de Brahms. Brahms era muy amigo de decir que había encontrado y armonizado piezas que en realidad compuso él, pero ciertamente al final se han hecho patrimonio de todos; como el Heidenröslein de Werner, la Lorelei... Me encantó la dramatización de Heidenröslein, con un carácter distinto en cada estrofa según el texto.
Los Tölzer nos hicieron reír con dos cánones de Mozart, Bona Nox y Difficile Lectu. Mozart era bastante ordinario cuando quería, pero como las obras fueron escritas por divertimento... Igual que el trío del moño, cuya letra se centra en un moño para el pelo que Constanze había perdido. El soprano fue el mejor solista de los Tölzer que he escuchado en esta ocasión, pero se notaban el él algunas inseguridades; no tiene nada que ver con la versión de Lischke de 2006. Claro que el chico de este año no parece llevar mucho tiempo en el coro 1, a juzgar por su aspecto. ¿Una gran promesa? ¡Sin duda! En cambio, el soprano de La Carità de Rossini dejó mucho que desear. Nunca había visto tantas flaquezas en los Tölzer; esperemos que se trate de una cuestión pasajera. ¡Ah! Me ilusionó escuchar a Julius Steinbach y Alexander Rampp, ahora como solistas adultos.
Wiltener Sängerknaben. Maria Himmelfahrt. Bad Tölz. |
La escolanía de Montserrat nos ofreció canciones tradicionales de Cataluña muy conocidas, como la del ruiseñor o El Cant Dels Ucells. Cuando concluyó esta última pudo escucharse claramente a un mirlo que se dio por aludido. Fue justo después de la imitación que los niños hicieron de varios pájaros: ¡muy logrado el búho! El soprano solista cantó bien, pero con voz bastante débil y falta de aire; quizás por los nervios. Hubiera querido más cuerpo; ahora pienso enn David Pla y Llorenç Miclòs: ¡qué buenos eran! ¿A qué se dedicarán actualmente?
El domingo hubo dos misas cantadas en Tölz; a mí me vino bien asistir a la segunda porque tenía que hacer un viaje de hora y media. Los anfitriones interpretaron varios pasajes de la Misa en Si Menor que cantarán en la clausura del Festival Bach de Leipzig; espero poder escucharla en la emisora MDR Figaro. Puedo añadir en mi Curriculum que he cantado con el Tölzer Knabenchor: los himnos que entonábamos todos, ¡ja, ja! Los coros de la misa en Si no fueron tan brillantes como los que les he oído en otras ocasiones; lo atribuyo al cansancio: ensayos, un concierto el viernes y dos el sábado, actuaciones en la calle el jueves y el viernes, encuentro con otros niños de coro... ¡Demasiada excitación! No sé cómo resisten.
Espero que estas agrupaciones sigan existiendo durante mucho, mucho tiempo. El sonido de los coros de niños masculinos es único. Varias feministas polarizadas quieren acabar con tan hermosa tradición, pero los coros de niños y niñas son otra cosa, suenan diferentemente; no tienen la mmisma homogeneidad. No digo que no existan, mas son idóneos para otros contextos. Me entristecería mucho que las escolanías masculinas desaparecieran por culpa de argumentos estúpidos ajenos a cualquier aspecto musical.
¡Viva la belleza! CANTEMUS ET EXULTEMUS.